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En camerino con Limp Bizkit

  • Foto del escritor: Gaze&Noise Lab
    Gaze&Noise Lab
  • 4 sept 2024
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 31 may

Me di una vuelta 360° y pensé que de las 100 personas que podían haber sobre ese escenario, todos estaban haciendo su trabajo, hasta Limp Bizkit estaba trabajando, nosotros éramos las únicas 5 personas que no teníamos nada que ver más que el show y que en vez de estar allá abajo metidos en ese pogo, estábamos detrás de la banda y frente a esas Xmil personas. ¿Por qué?


4°39′29″N 74°05′38″O   21 de Marzo del 2024. Parque Simón Bolivar. Bogotá. Colombia

Desconozco otra persona que sin ser músico, vibre, se conecte tanto y lo de todo por la música como mi amigo Sebas, con quien tomé un avión Medellín - Bogotá un miércoles en la noche sin boletas ni certezas, sólo con la promesa de estar en primera fila viendo a Limp Bizkit la noche siguiente.


El jueves a medio día invitamos a Caron a almorzar, para introducirlo con Sebas y como el mínimo gesto que podíamos tener con él. ¿Quién es Caron?

Una visión amplia para los negocios y el storytelling, apasionado por el cannabis y sus subculturas y comprometido con la comunidad Afroamericana de Oakland, California. Desde su primera visita a Medellín poco después de la pandemia, nos encontramos en una sinergia creativa que nos ha llevado a un trabajo continuo estos 4 años en Colombia, US, España & Marruecos.

Caron estudió en el colegio con Otto, baterista de Limp Bizkit, fue testigo de su ascenso y estuvo detrás del telón numerosas veces pero nunca por fuera de Estados Unidos. Hace más de 10 años no iba a un festival de música de hecho.

Mientras almorzábamos, Caron nos dice que hay dos boletas más; llamé a Dany, mi hermano que tomara el siguiente avión para Bogotá que salía a las 4 pm. Cuando llegamos a la sección de cortesías, nos dicen que sólo Caron está en la lista. Dany ya venía en camino. Sebas y yo en realidad siempre estuvimos dispuestos a que este fuera un viaje a la capital para comer Ramen y devolvernos. Caron tenía que comunicarse con Otto, Otto con la encargada de los artistas, ella con la encargada de las cortesías y des-escalar esa jerarquía hasta llegar a la chica que teníamos en frente. Esperamos 20 minutos y para nuestra sorpresa, no eran manillas VIP, eran Club Páramo; no eran 4, eran 5 entradas en total.


Leisure fue la primera banda que vimos y ¡Qué introducción! Yo los tenía en mi Spotify y los escuchaba en aleatorio ocasionalmente, pero me sorprendió mucho su sonido en vivo, su groove, su vibra y el man de las congas ¡es media banda! Bailé hasta que pude ignorar los 9° centígrados después de la lluvia.




Antes que terminaran, Otto le dice a Caron que tiene stage passes, que debíamos ir por ellos y ahí comenzó la aventura. Buscamos el backstage del escenario de Adidas -filtro #1- pero no podíamos pasar de ahí. Todo el staff del FEP tienen un lector para las manillas que te da o no el acceso a las áreas del festival. Esperamos en esa puerta hasta que Otto salió a encontrarnos, atravesamos ese filtro y otros cuantos más sin necesidad de lectores o manillas, detrás suyo. ¿Qué es lo más lejos que puede llegar uno en el Estéreo Picnic? Yo me preguntaba: Al camerino de Limp Bizkit.




El último filtro si requirió de doble autorización; cruzar ese umbral nos dio acceso a un área gigante que tenía una tienda de Adidas, un buffet, un baño móvil -que quizá tenían hasta SIRI incorporado- y los camerinos con una habitación para cada integrante de la banda.

Entramos hasta el de Fred Durst, con un buso negro y un gorrito naranja encendido, le dimos la mano y cruzamos un par de palabras, nosotros muy nerviosos para decir mucho o para pedir una foto, creo que queríamos ser tan prudentes como fuera posible. Luego nos sentamos en el camerino del frente con Otto. Sebas y yo estábamos muy tensos, pero Caron y él son panas de años y sostuvieron una conversación amena. Entre la cual Caron le menciona su proyecto Black Smoke White Ash : "He's seen some of your stuff" me dice a mi mirándolo a él y Otto asiente con su cabeza. Me hizo pensar que yo no siempre le he puesto el corazón al trabajo que he hecho con Caron y que nunca sabes a ojos de quién pueda llegar tu trabajo. 'O existe el chance de poner alma y corazón en tu arte, o no hay trato'. Escribí luego como una de las muchas reflexiones que me quedaron de esa noche.


Fuera del camerino, "That's some divine shit" dijo Otto cuando conversamos lo que es seguir llenando estadios hoy luego de tres décadas.

Ser testigos de la Cara B del festival y de la increíble maniobra que es esa producción, se hace evidente cuanto han aprendido en el proceso y que cada años crecen exponencialmente y eso significa muchos más shows = experiencias inolvidables para nosotros. Yo personalmente creo que de los recuerdos y aprendizajes más memorables les he tenido con la música en vivo.


Es momento de buscar el acceso al escenario de Adidas y qué eléctrico momento estar tras ese telón, con miles de personas en frente y un sonido listo para romper tímpanos. Esa sinergia antes de que empiece un show que esperaste por años, de bandas que le han dado forma a tu idiosincracia y ser uno entre una multitud a quienes la misma banda ha influenciado tanto la manera como ven el mundo como a ti es una sensación de esas adictivas que uno busca repetir siempre que tenga el chance.



"La serenidad es mi propósito" lo escribí parada en ese escenario con Limp Bizkit en frente.



Yo había visto Trainwreck un par de semanas antes de recibir esa invitación de Caron. Increíble documental que cuenta en detalle la historia del Woodstock del 99 y que le da dimensión al éxito de Limp Bizkit como banda; me hacía contraste escuchar un discurso que a pesar de tener su génesis en la misma música que continúan tocando por 30 años, la esencia de su mensaje ahora tiene más que ver con el amor, la pasión, y la tranquilidad que con la frustración, inconformidad social, la rabia el dolor y la irreverencia.



El tiempo se encogió. Quizá fue un show de una hora que se sintieron como 20 minutos. Nos bajamos tan estimulados de ese escenario que Kings of Leon y ZHU no nos impresionaron nada.

Vimos amanecer entre neblina y reflexiones filosóficas que detonó esa secuencia de momentos surreales. Están todas grabadas y serán parte de un episodio de podcast de la Cosmografía del Espíritu pronto.




 
 
 

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